La marca personal es el nuevo currículum vitae

Cada día más, la marca personal, parece que va ganando presencia en nuestro entorno laboral; aunque lo haga de manera discreta, pero, con todo, inevitable.

¿Qué es una marca personal?

La marca personal hace referencia al conjunto de cualidades y características personales que nos diferencian de las demás personas. Por ello, la marca personal nos hace destacar y sobresalir. Es decir, que seamos percibidos y reconocidos públicamente.

Logramos, gracias a la marca personal, crear nuestra propia identidad y reputación: tanto en el plano personal como en el plano profesional.

¿Por qué la marca personal adquiere relevancia hoy en nuestros días?

Como dijo el filósofo Ortega Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias”. Análogamente, esta frase aplica al ámbito de la empresa si tan sólo cambiamos el ‘yo’ por la ‘empresa’ y ‘sus circunstancias’, respectivamente. Es decir: ‘la empresa, es la empresa y sus circunstancias’.

Parte inevitable de las ‘circunstancias’ de toda empresa es el Mercado y, por ende, todas las variaciones que éste pueda sufrir a lo largo del tiempo conforme a los cambios de la realidad en la que vivimos.

Surgen nuevos escenarios, más digitales e intangibles -que físicos o tangibles-, donde también se realizan actos de comercio, lógicamente, a través de las marcas: comerciales y personales; como herramientas fundamentales e imprescindibles para ello.

Lo escaso siempre es valioso, precisamente, porque es escaso. Antaño, no hace mucho tiempo atrás, las habilidades duras o ‘hard skills’, eran muy valiosas porque se refieren a los conocimientos y facultades de tipo técnico u objetivas (eg., tener estudios, una carrera, un máster, curso de inglés, etc.). En cambio, a día de hoy, esto último no sólo se ha normalizado, sino que bien podría decirse que, en general, es abundante. Resulta casi inevitable la percepción de ‘pérdida de valor’ respecto del anterior escenario.

Cabe, pues, preguntarse:

¿Qué es lo que realmente escasea a día de hoy en el Mercado?

Las personas y las personalidades genuinas. Gran parte de las personas han sacrificado y renunciado a su personalidad genuina y a su forma de ser, única e irremplazable, para intentar encajar en un modelo canónico obsoleto, propio del anterior ‘status quo’, que ya no existe actualmente.

El capital humano en el Mercado de trabajo tiende hacia una abundancia de ‘clones mal hechos’ que pretenden ser idénticos pero que, con todo, no lo consiguen. Por ello, se obtiene el peor resultado posible:

  • No lograr encajar en un modelo canónico que ya no existe.
  • No contar con tu personalidad genuina, la cual, te diferencia y te hace único/a como persona y como trabajador/a.

En conclusión:

  • Si lo diferente es valioso y te conviertes en ‘uno/a más’, pierdes tu valor profesional como persona. Serás más fácilmente reemplazable por una máquina o por otro ‘clon mal hecho’ de ti.
  • Renunciar a tu propia personalidad para encajar en un modelo canónico obsoleto, que hoy ya no existe, es un sacrificio inútil.

La marca personal y el nuevo mercado digital e intangible

El Mercado, tal como lo conocemos, ha cambiado. Ahora, ya no es físico o tangible, sino que es inmaterial y digital.

¿Qué implica la digitalización del Mercado?

La principal consecuencia es que, sencillamente, el ‘tablero de juego’ ha cambiado de naturaleza. Ya no jugamos al parchís en el viejo tablero de madera, sino que lo hacemos desde una realidad física, pero en una realidad virtual e intangible: con todas sus consecuencias y nuevas posibilidades de juego.

La principal conclusión es que es imposible acceder y, tanto menos, operar desde una realidad física a otra realidad que no lo es. Sencillamente porque se trata de planos diferentes: no es lo mismo la representación 2-D de un cuadrado que su representación 3-D como un cubo. Con el Mercado, hoy, ocurre lo mismo.

¿Quiere esto decir que ya no podemos comercializar productos / servicios en el nuevo Mercado intangible?

No. En absoluto. No sólo podremos seguir comercializando, sino que, además, lo haremos en condiciones mucho más ventajosas. Eso sí, siguiendo nuevas reglas o normas que anteriormente inexistentes o que no tenían cabida en el anterior ‘status quo’.

Como personas físicas limitadas por su naturaleza material, para acceder al nuevo Mercado intangible, necesitamos de avatares (eg., como en la película ‘Avatar’). Es imprescindible contar con uno o más ‘avatares digitales’, como las marcas (comerciales y personales), a través de los cuales, podamos acceder al nuevo ‘tablero de juego’ o Mercado intangible. Este avatar será controlado por nosotros, como persona física, desde un plano distinto: nuestra actual realidad material. Esto nos convierte en empresarios/as multidimensionales, que operan en dos realidades distintas, material e inmaterial, al mismo tiempo. En otras palabras, nos da el don de la ubicuidad.

La ubicuidad significa dos cosas:

  • Omnipresencia. Facultad para estar en infinitos lugares en infinitos momentos al mismo tiempo.
  • Omnipotencia. Facultad para operar en infinitos lugares en infinitos momentos al mismo tiempo.

Este nuevo potencial, propio del nuevo Mercado, nos convierte en súper empresarios/as.

¿Todos necesitamos cuidar nuestra marca personal?

Toda persona, tiene su propia marca personal. Sea o no consciente de ello. Se trata de una ecuación simple, la cual, tiene una constante y una variable:

  • Constante: tenemos marca personal ‘sí o sí’, seamos o no conscientes de ello.
  • Variable: tomar consciencia de nuestra marca personal para cuidarla y protegerla adecuadamente en nuestro propio beneficio.

Cómo crear y proteger nuestra marca personal

Las personas físicas, como seres vivos que son, no se pueden registrar como marca. En cambio, sí que se puede registrar como marca, protegiéndolo legalmente, el signo distintivo (o el conjunto de éstos), mediante el cual, la persona es percibida, identificada y reconocida por el público en el Mercado. Es decir:

La representación de la persona en la mente de consumidores / clientes, se produce mediante uno o más signos distintivos, que sí pueden ser registrados como marca.

¿Cuándo registrar la marca?

Lo importante para crear una marca es que ésta:

  • Tenga sentido: que sea verdadera y coherente; que no desprenda incoherencia, falsedad o deshonestidad.
  • Para ello, el perfil psicológico de la persona tiene que estar bien trabajado.

¿Es rentable invertir en registrar mi marca personal?

Toda marca comercial y, en particular, las marcas personales, son verdaderos activos financieros intangibles. Además, las marcas, no son sólo ‘un activo’, sino el principal activo financiero de toda empresa o negocio.

De hecho, cuando salen publicaciones acerca del valor de tal o cual empresa, en realidad, lo que refleja dicha cifra es, en un porcentaje altísimo, el valor de sus marcas y demás activos de propiedad intelectual / industrial; por encima de los activos tangibles que pueda tener la empresa.

Al registrar y, con ello, proteger legalmente tu marca personal, vas a lograr dos cosas:

  • Por activa: ser la única persona que pueda explotar comercialmente tus propios signos distintivos.
  • Por pasiva: impedir que terceras personas no autorizadas por ti puedan explotar comercialmente tus propios signos distintivos.

Si soy trabajador/a por cuenta ajena, ¿me interesa invertir en mi marca personal?

Sí. Sin ningún género de duda. Si cuentas con una marca personal bien canalizada y trabajada, estarás proyectando una imagen comercial de mayor:

  • Autoridad profesional.
  • Calidad profesional.
  • Confiablidad y seguridad profesional.
  • Mayor peso y capacidad para negociar mejores condiciones laborales dentro de la empresa.

Las personas empleadas por una empresa son parte del capital humano de ésta. Del mismo modo que, por ejemplo, uno o más locales comerciales, forman parte del capital inmobiliario de dicha empresa. Análogamente, cuanto mayor sea el valor del metro cuadrado de dicho local, mayor será el valor total de la empresa; y, cómo no:

cuanto mayor sea el valor profesional de las personas que trabajan en dicha empresa, mayor será el valor total de la empresa.

En conclusión: a todo empresario/a le encanta ver cómo crece el valor de su empresa: ya sea por una o por más vías al mismo tiempo.